Add parallel Print Page Options

13 No hay quien defienda tu causa;
    no hay remedio para tu mal
    ni sanidad para tu enfermedad.
14 Todos tus amantes te han olvidado;
    ya no se ocupan de ti.
Por causa de tu enorme iniquidad,
    y por tus muchos pecados,
te he golpeado, te he corregido,
    como lo haría un adversario cruel.
15 ¿Por qué te quejas de tus heridas,
    si tu dolor es incurable?
Por causa de tu enorme iniquidad
    y por tus muchos pecados,
    yo te he tratado así.

Read full chapter